Siembra de maíz: todo lo que necesitas saber.

Si quieres plantar maíz, es necesario que sepas que se trata de una planta que necesita constante supervición ( en cuanto a germináción y nascencia) que requerirá tu atención en todos y cada uno de los detalles. Ante todo el cultivo de maíz necesita humedad y un buen contacto con el suelo.

Cuando plantar maíz:

Elegir el momento oportuno para la siembra de maíz es una de las claves para una cosecha rentable. La fecha correcta determinará el crecimiento saludable de la planta, su desarrollo vegetal y, por lo tanto, su rendimiento posterior. 

Una siembra prematura o un clima frío provoca:

  • Que el maíz germine lentamente.

  • Emerja de forma tardía.

  • Las plántulas se muestren débiles.

  • El crecimiento de las raíces se inhiba.

  • Las plantas absorban menos nutrientes.

Por el contrario, una siembra de maíz tardía provoca:

  • Los días más largos provocan mayor elongación del tallo (más inserción).El riesgo de encamado es mayor.
  • El resultado es que se almacena menos almidón, por lo que se produce un maíz de peor calidad.
  • No se utiliza de un modo óptimo la temporada de crecimiento.

Profundidad de la siembra de maíz:

A la hora de sembrar cualquier cultivo sabemos que si depositamos las semillas a una profundidad constante, nos garantizamos un crecimiento uniforme. En el caso del maíz, debes elegir la profundidad de siembra en el horizonte del suelo húmedo. De este modo, te garantizas el acceso al agua de cada una.

Si colocas las semillas muy cerca de la superficie corres el riesgo de que estén deshidratadas. A más profundidad, mayor hidratación, pero más esfuerzo le entrañará a la plántula emerger y será más sensible a las enfermedades. Por lo tanto:

Dado que el agua es un factor limitante, elige profundidades más superficiales (el suelo estará húmedo) si siembras temprano; si te decantas por fechas posteriores, coloca las semillas a mayor profundidad.

Para conseguir una profundidad de siembra uniforme es necesario también atender a la maquinaria y la velocidad de conducción. Las velocidades altas pueden dañar la calidad de la siembra. La sembradora debe estar en buenas condiciones, es necesario darle un buen mantenimiento para que funcione de la forma más precisa posible. 

Densidad de planta:
Determinar el número de plantas por unidad de área es otro detalle a tener en cuenta. Este número depende de la ubicación de la plantación y la variedad empleada. Las condiciones meteorológicas son, también, determinantes.

Debes tener en cuenta que las densidades de plantas muy altas tienen más riesgo de terminar en fracaso. Las variedades con buena tolerancia a la sequía sí pueden contar con una densidad de plantación un poco más alta. Por lo general, la densidad de plantación dependerá del grupo de maduración y de la posibilidad de riego.

Factores que afectan la nascencia:

Para que tengas en cuenta los factores que debes cuidar al máximo, exponemos a continuación aquellos que tienen como resultado alguno de los siguientes:
  • Por qué no nacen: algunos granos no germinan por las condiciones desfavorables para ello (como la sequía o que haga frío), el lecho de siembra es muy grumoso, se ha interrumpido el proceso por una ola de frío o una invasión de hongos, falta de agua o la presencia de semillas residuales superpuestas de forma incorrecta.
  • Por qué nacen de forma irregular: puede deberse a una profundidad desigual en la siembra o a la poca presencia de agua de germinación en ausencia de suelo y sequía.
  • Por qué nacen deformadas o con dificultad: es probable que la profundidad de siembra sea excesiva, se produzca una falta de aire o se haya dañado el maíz por el arrastre de gusanos o caracoles. Una enfermedad del maíz como puede ser la infección por hongos también puede ocasionar serios daños en las plántulas.

Temperatura y labreo del suelo:

Para que un cultivo de maíz se desarrolle de la mejor forma posible, el suelo debe ser óptimo para el desarrollo vegetal. Para ello, debes cuidar todos los aspectos del laboreo. Se trata de otra clave en la siembra del maíz. 

Una de las características del suelo indispensable para tener una cosecha exitosa es su valor de pH. Mantener el pH óptimo es fundamental para conseguir rendimientos altos y buena calidad. Para mantener el nivel de cal adecuado quizá sea necesario fertilizar cuando comience la primavera y antes de sembrar. Te recomendamos un tipo de cal de acción rápida.

Otra de las claves de éxito es lograr la temperatura adecuada para el maíz. Los suelos ligeros suelen tener más fluctuaciones de temperatura que los suelos pesados. Los periodos fríos cuando la planta está pasando por la fase joven pueden afectar de forma permanente el desarrollo del maíz. Si eso ocurre:
  • Se producen daños en los cultivos de maíz.
  • La polinización es irregular.
  • Habrá menos hileras de grano por espiga.
  • Se reduce la espiga principal.

Al morir la primera espiga, se puede formar una segunda, pero tardará un tiempo en desarrollarse y era más difícil una polinización exitosa. Si no se forma una segunda espiga, el rendimiento será menor. 
Por suerte, puedes tomar algunas contramedidas:
  • Procurar que los suelos estén intactos con buena estructura del suelo.
  • Suministrar suficientes nutrientes al suelo.
  • Cuidar que el contenido de nutrientes sea equilibrado.
  • No intentar acciones herbicidas si existen fluctuaciones de temperatura.

Como ves, son muchos los factores a tener en cuenta para llevar a cabo con éxito la siembra de maíz.


Que distingue a las buenas semillas.