El gusano cogollero y su afectación en cultivo.

El gusano cogollero es un plaga (Spodoptera frugiperda), como su nombre lo indica, es una plaga que afecta el cogollo de la planta de maíz; se manifiesta desde la etapa de plántula hasta el periodo de madurez, causando daños que pueden originar la pérdida de 50% de la producción en México.

Si hablamos de los signos de infestación de gusano cogollero, podemos mencionar:

  • Daños en el cogollo de la planta en todos los estadios larvarios, generándose pérdida de área foliar, que se traduce en disminución del potencial de rendimiento del maíz.
  • Daños como gusano trazador (del tallo), a partir del estadio L3, lo que ocasiona, según la incidencia de la plaga, disminución de la densidad de población del cultivo hasta más de 50%.
  • Daños en la mazorca en la etapa reproductiva de la planta, al perforarla y dañar directamente el grano, lo que ocasiona pérdida de rendimiento y un foco de infestación.

El gusano cogollero puede disminuir la producción de maíz hasta 50%, por lo que es una de las principales plagas de este cultivo (aunque también se ha detectado que afecta al frijol, cebolla, alfalfa, tomate, pepino, entre otros cultivos). El daño característico de esta plaga consiste en cortaduras en la base de la plántula (justamente arriba del suelo); no obstante, sus hábitos han ido cambiado y actualmente puede barrenar el tallo y alimentarse de las espigas y del elote.

Biología de S. frugiperda:

Los huevos son de color blanco perla, son puestos en grupo y protegidos con escamas y secreciones bucales de la palomilla (foto 1), miden aproximadamente 0.4 mm de diámetro y 0.3 mm de altura. Una hembra puede poner de 100 a 200 huevos por ovipostura y hasta 1,500 en su vida fértil.

El color de las larvas varía según el alimento, aunque en general son pardo oscuras, con tres rayas pálidas longitudinales. En la parte frontal de la cabeza se distingue una “Y” blanca invertida, las larvas pasan por seis o siete estadios y llegan a medir hasta 35 mm de longitud.

La pupa se desarrolla en el suelo, es de color café rojizo y mide entre 14 y 18 mm de longitud. El adulto es una palomilla de color café grisáceo que mide alrededor de 3 cm con las alas extendidas. Las alas del macho son de un color café más claro que el de las hembras y tienen una mancha transversal de color blanco cremoso.

Hábitos del gusano cogollero:

Durante las primeras fases de desarrollo del cultivo (de 4 a 6 hojas) las masas de huevos de S. frugiperda son más abundantes en la parte baja de la planta de maíz y en el envés de la hoja. Cuando la planta tiene de 8-10 y 12-24 hojas los huevos son puestos en la región media y superior y en el haz de la hoja. El mayor número de huevos es puesto en la fase de 4-6 hojas.

Las larvas recién eclosionadas se alimentan principalmente de la misma masa de huevos a la que pertenecieron. Durante las primeras horas, los estadios larvarios jóvenes presentan una respuesta positiva a la luz y como resultado se mueven hacia la parte superior de la planta de maíz, donde pueden ser movidas por el viento a otras plantas. Por si solas las larvas pueden dispersarse en un tiempo de dos horas cuando la temperatura alcanza los 35 °C.

Daño del gusano cogollero:

La larva de primer estadio consume el tejido foliar por un lado, sin llegar a perforarlo, dejando intacta la capa epidérmica del haz de la hoja. A partir del segundo o tercer estadio la alimentación de las larvas en el cogollo se manifiesta con una hilera de perforaciones en las hojas. Los últimos estadios pueden ocasionar una defoliación completa, dejando únicamente las nervaduras o tallo de la planta. Los pequeños agujeros ocasionados por la alimentación en las hojas nuevas se asemejan al daño originado por el gusano barrenador europeo del maíz, y aunque los síntomas iniciales son similares, los umbrales y medidas de control son diferentes en el gusano cogollero. Por lo tanto, es importante encontrar larvas vivas y determinar cuál insecto está causando el daño.

El daño económico de esta plaga generalmente es importante. Una infestación no controlada de S. frugiperda puede ocasionar una reducción del rendimiento de 13 a 60%, debido a la pérdida de área foliar y a un retraso o inhibición en la emisión de las inflorescencias. Cabe resaltar que las plantas de maíz son susceptibles de ser dañadas por el gusano cogollero durante su desarrollo vegetativo, de la emergencia y hasta 55-60 días después de 9 dicha fase; por lo tanto, es en esta etapa cuando debe muestrearse la plaga y en su caso aplicar las medidas de control.


Importancia de la calibración de sembradoras.