Malezas comunes en el maíz.

Dekalb

Las malezas comunes en el maíz dependen de la zona en la que se siembra. La maleza es una planta que crece en el lugar sin haber sido sembrada, es decir, no es deseada e interfiere con el crecimiento del cultivo principal.     

Incluye tanto a las especies silvestres sin utilidad para el hombre como aquellas plantas que en otras condiciones puedan ser consideradas productos agrícolas, como el sorgo o los quelites. 

En muchas ocasiones, la maleza crece más rápido que el cultivo y esto provoca pérdidas por competencia de la producción maicera. En consecuencia, el productor tendrá menos que vender y los consumidores menos con qué satisfacer sus necesidades, elevando los precios y haciendo que sea difícil acceder a los alimentos.  

Cada zona es diferente 

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) asegura que no hay una tipología para todas las malezas existentes, ni siquiera por región. Sin embargo, reconoce a 18 como las más importantes a nivel mundial. 

En el caso de México, de acuerdo con especialistas de la Facultad de Agronomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), las principales malezas que se encuentran en los cultivos del maíz son: 

❖      Sorgo (Sorghum halepense)

❖      Pastos (Echinochloa crusgalli)

❖      Césped (Cynodon dactylon)

❖      Zacates (Leptochloa filiformis)

❖      Girasol (Helianthus annuus)

❖      Amaranto (Amaranthus spp)

❖      Escoba (Parthenium histerophorus)

❖      Trepadoras (Convolvulus arvensis)

❖      Casalina (Euphorbia heterophyla)

❖      Melón (Cucumis melo)

❖      Bardana (Xanthium strumarium)

❖     Lengua de vaca (Rumex crispus)

❖      Trébol dulce (Melilotus albus)

❖      Trébol amarillo (Melilotus indicus)


¿Qué se puede hacer? 

El problema al que se enfrenta el maíz con la maleza creciendo a sus alrededores es que se convertirá en un elemento de competencia para su desarrollo. La luz, el agua y los nutrientes que obtiene del suelo se ven mermados y, con ello, reduce el rendimiento de la milpa y la calidad de los productos. 

También aumenta el ataque de plagas, enfermedades y roedores, dificulta la cosecha y afecta la calidad última del producto. Por eso, su control es esencial para la producción efectiva del maíz.

Para conseguirlo, las técnicas que se desarrollen para su control deben integrar a todos los factores que puedan contribuir a la disminución de las malezas. Aquí deben tomarse en cuenta fechas de siembra, distribución de las plantas, manejo de agroquímicos, técnicas de labranza y en general, todas las prácticas agrícolas alineadas a este mismo objetivo.

Fuente: SAGARPA

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Propiedades y beneficios del maíz.